jueves, 24 de diciembre de 2009

miércoles, 29 de julio de 2009

Capataz


Podría decir, en su descargo, que capataz viene de capaz cuando hablamos de él. Que es tan mágico que hace que a mi, que jamás he pisado Algeciras en los días de Pasión, se me encoja el corazón cada Domingo de Ramos porque sé que su Borriquita está desfilando por aquellas calles llenas de luz y poniente.

Podría decir que me emociona ver en su messenger, a partir de enero, cómo cita a sus cachorros, a su plantilla de costaleros, para comenzar los ensayos y repetir la coreografía de Pasión que mamó en casa casi antes de aprender a caminar.

Podría decir que rezuma amor, que la voz se le quiebra de cariño por su gente cuando habla de 'su' cuadrilla del arte. Que es de arte porque la amasó su padre mientras él echaba los dientes cerca del arrastrar de las zapatillas, de los sudores y las emociones de esos hombres que abrazan la madera faldillas adentro para que el Hijo de Dios pise la tierra al pie del mar, al sur del sur, mientras despunta en flor el azahar y la primavera.

Podría decir que hemos consumido madrugadas devorando estrellas y vídeos, haciendo memoria, compartiendo sueños, rezando por lo profano, contando los latidos, hablando ese idioma que sólo conocemos quienes sumamos procesiones aferrados al mismo leño, apostando a la misma trabajadera, hermanos en el camino, a una voz. Podría decir que conozco casi como una letanía los pasitos cortos, la subida por Montereros, el perfume de los lirios, la alegría sureña que desborda las calles cuando camina por ellas, navegando entre el gentío, el Jesús del Amor.

A mi amigo Darío le ha cesado como capataz de la Borriquita en su Algeciras del alma una directiva incompetente que, incapaz de asumir sus errores, castiga la verdad con la mordaza y el trabajo callado con la patada en el culo. Las mismas mordazas, las mismas celdas, las mismas cadenas de norte a sur. La misma impotencia, la misma prepotencia que ensucia los días santos en nombre de un dios en minúscula que se llama soberbia.

Podría decir que le admiro por su inmensa fuerza, por su inteligencia, por su claridad y por su valentía; podría decir que es lo mejor que me traje de Cádiz cosido al corazón, repitiendo palabras que ya son sueños en esta fábrica sin apenas sueños donde siempre ocupará un lugar de privilegio ganado a pulso con la seducción de su sonrisa, tan sin anunciarse, tan pegada a sus labios.

Podría decir que me siento orgullosa de su defensa a ultranza de los suyos, de sus palabras sin recovecos. Podría decir que, de haber nacido hombre, hubiese sido un honor escuchar su voz cada Domingo de Ramos en cada levantá. Que el traje no hace al capataz, que el servilismo no nos hace libres, que el silencio no es un tratado de capacidades. Que es el capataz más capaz, mucho más allá de las puñaladas y la hipocresía.

Y te lo digo, Darío, porque seguirás siendo capataz entre los obreros de esta fábrica, en los desordenados sueños de cada pasión; porque cuando Jesús entre en tu tierra a lomos de una burra, sonreirá reconociéndote niño entre los niños. Agradeciendo, bendiciendo.

Yo, mientras, te abrazo. Porque abrazarte, amigo, es dejar que se cuele por mi alma el soplo cálido de tu aliento, la brisa y los vientos que llevas aparejados en tus tripas y devolvértelos siempre en forma de sonrisa, que es lo único que cabe entre tú y yo.

Te quiero.

(Y para que sepáis de qué os hablo, os dejo este enlace, porque sobran las palabras)

jueves, 2 de julio de 2009

Juana, cárcel y libertad


Las mujeres somos reinas. Las mujeres somos torres, fortalezas, cárcel y libertad.

Juana fue Reina ensimismada en la prisión de sus amores por caprichos del destino. Encrucijada de la avaricia de los hombres, que intentaron quebrarla como un juguete roto en el tablero político de una tierra con dos aristas, dos culturas, Castilla y Flandes, dos dinastías, dos coronas, dos hombres, dos Reyes, Fernando y Felipe, dos nombres, dos látigos de amor de quita y pon y egoísmo de hoja perenne que rubricaron con sus azotes su destino.

La figura de la Reina Juana, la cautiva de Tordesillas, continúa fascinando con el paso de los siglos. Por sus silencios, por sus pasiones, por esa locura que no sabemos si fue tal. Por esa cordura que no sabemos si fue tal. Juana de seda y acero, Juana prisionera al pie del Duero rumiando crecidas, Juana atada a la tierra. Juana soñando. Juana esperando. Juana más allá, haciendo verdad el cielo a través de los barrotes, si su cárcel primera fue su vientre y su alma, si la libertad existe más allá de la herida.

Juana somos todas. Una parte de Juana pervive en la mirada de las mujeres que aman, que ríen, que sufren, que se angustian, que se inmolan, que gritan su soledad al viento. Una parte de Juana pervive en las gargantas oprimidas, en los besos de veneno, en la mano que acaricia y azota a partes iguales a todas las juanas del mundo. Juana, muerta, permanece en el poso de las que viven. Juana, viva, permanece en el poso de las que mueren, confinadas a cárceles de temor, rabia y miedo. Cárceles de amor convertidas en castigo y culpa.

De la mano de Carlos García Adeva, descubrimos a una Juana de carne y hueso, hembra antes que reina; mujer, que no icono. Juana sin corona, con el destino tatuado en la mirada y en la piel. No es la Juana estática de las pinturas renacentistas, la más bella hija de los Reyes Católicos, heredera por capricho de Dios o del demonio. No es la Juana madre del glorioso emperador que consolidó la dinastía en el tiempo lejano en que el ombligo del mundo conocido pasaba forzosamente por las Españas.

De la mano de Carlos García Adeva descubrimos a la Juana del grito, la Juana del llanto, la Juana de la soledad, la Juana de la angustia, la Juana del miedo, la Juana de la impotencia, para que sea una llamada a la esperanza y a la libertad, para que sea un canto a la ternura que quedó muriéndose en sus entrañas. Juana libre, al fin, de sus demonios y sus desvaríos, de sus momentos de lucidez, de sus amores malditos. Juana eterna al pie del Duero, Juana de Tordesillas, Juana en Tordesillas.

A través de los siglos, Juana se multiplica en miles de juanas, en miles de reinas destronadas en lo cotidiano, miles de juguetes rotos, miles de sueños quebrados, cadenas sin eslabones; miles de soledades a la sombra de sus mazmorras. Juana se alza entonces también como bandera, como la mujer de orgullo y piedra que soportó en pie la sentencia de su destino y sobrevivió a los hombres y a los nombres, a la tierra, al trono y a la reclusión.

Nunca una corona pesó tanto sobre las sienes de una mujer.

(Como la fábrica está temporalmente detenida, subo este texto que escribí hace un mes para el catálogo de la exposición del genial Carlos Adeva con motivo del V centenario de la llegada de la reina a Tordesillas. Es también mi manera de decirle a la Reina Juana que, cinco siglos después, su figura continúa fascinando).

viernes, 5 de junio de 2009

Vivir sin sed

Ayer se celebraba el Día del Donante. Me acordé de Marisa, mi querida Wiwi, y le escribí esto.

Gracias por vuestro ejemplo, gracias por vuestro amor.

jueves, 28 de mayo de 2009

A dónde irán los besos (memoria de un corral de comedias)


Cuando la ley de la piqueta se impone a la razón, al sentimiento, a la memoria de un pueblo, no hay ladrillo ni euro que justifique semejante despropósito. La misma Salamanca que hace unos años amaneció con un boquete allá donde se alzaba el Gran Hotel, ayer sintió en la yugular el mordisco de la codicia, al mismo tiempo que las palas mordían la vieja estructura del Teatro Bretón, el teatro de los pobres, el teatro erigido sobre el antiguo corral de comedias. Desde la tristeza y la impotencia, sólo cabe preguntarse a dónde irán los besos.

Es mi columna de hoy.

(Foto de Tribuna de Salamanca/ Pedro Ladoire)

miércoles, 27 de mayo de 2009

Cádiz ya está en marcha


Cádiz hace hoy su primera noche entre los pinos, al otro lado del Guadalquivir. Me gustaba acompañar a mi hermandad el martes, cuando los cohetes convocaban temprano a la misa de romeros entre los muros de San José, que son los muros de la Blanca Paloma junto al mar, cerca de Puerta Tierra. Las calles recién puestas, las voces del coro por alegrías y tanguillo, cantes de ida y vuelta, Santa María y La Viña, la salve gaditana culminando la misa, la medalla de cordón azul sobre el pecho, junto a la de la Palma del Condado, como si los volantes del vestido recogiesen el paso de los dos aunque siempre caminase yo sola tras la carreta.

Me gustaba ascender por la Cuesta de las Calesas y ver la carita hermosa de la Virgen del Rosario para cantar una Salve con sabor a despedida y a beso; el gentío en San Juan de Dios antes de enfilar de nuevo la Avenida para pasar por el Puente Carranza, dejando atrás la estampa de la Cádiz bulliciosa de los mediodías, la luz dorada sobre la cúpula dorada, la Bahía plateada bebiéndose el sol.

Me gustaba cantar con voz ronca las sevillanas de candela y barro, las de noches y estrellas, vamo a cushá, ajín depasito. El compás de las palmas, la mirada inmensamente verde de mi amigo Joselito enfundado en su traje corto, la mirada empapada de ternura de Cristina, las emociones encontradas cuando el simpecao avanzaba hacia el arroyo San Pedro y éramos como puntitos errantes sobre el mar, como si repitiésemos tras la Virgen el milagro del Cristo que anduvo sobre las aguas.

Hoy, esta mañana, juro que escuché los cohetes convocando a la misa de romeros. El olor a cantueso y tomillo en las calles recién puestas. La sal, el rumor de las olas primeras. Los ecos, la algarabía que viste a Sanlúcar de fiesta, el ir y venir de las barcazas con su bandera de España y de Andalucía ondeando de orilla a orilla, del Coto a Bajo Guía, del santuario pequeño a los verdes pinos, calor, arenas blandas, polvo reseco, vino en la copa, la emoción a flor de piel.

Cádiz ya está en camino mientras Jerez, El Puerto y Sanlúcar velan almas y plegarias. Y allá, en La Aldea, la Virgen del Rocío sonríe, iluminando el camino de los romeros del sur del sur, rinconcito de plata, coplas y devociones en verso.

Buena peregrinación, hermanos.

(Como quiera que mi ordenador petó y mis mejores fotos se quedaron en móviles y en ordenadores que ya no me pertenecen, la foto es de www.lavozdecadiz.es. Los recuerdos me los traje, como si hoy mismo hubiese caminado tras el simpecado)

domingo, 24 de mayo de 2009

La noche de la primavera (ese Cái.... oéee!!!)


Hoy el Cádiz, mi Cái, ha regresado a Segunda A. A estas horas, las 22.39 de la noche, mientras yo escribo con mi bufanda del Cádiz puesta sobre la ropa de tierra adentro, los gaditanos habrán tomado la avenida y la fuente de Puerta Tierra y mi Tacita se habrá vestido de amarillo cantando con el corazón en la garganta el 'Me han dicho que el amarillo....' de Manolito Santander, himno oficioso y chirigotero del submarino amarillo, aquel que Mágico puso a surcar los cielos.

No sé si soplará poniente, como la noche del ascenso a Segunda, o si habrá levante en calma, como aquella otra noche, la noche de la primavera, la más bella que vivió Carranza, en la copla carnavalera de Juan Carlos Aragón, el poeta maldito de Cádiz.

Hoy no son de Jerez las lágrimas que derramo, ni de salitre y arena rubia, sino de emoción y nostalgia a partes iguales, perfumada del olor a madera, suavizante y tabaco de los cajones de la que un día fue mi casa, aún impregnado en esta bufanda que me arropó los despojos de alma cuando desandaba el camino y que tantas veces fue una bandera azul y amarilla ondeando alegrías en mi Carranza, ese templo del fútbol donde me bauticé en la religión cadista y donde el césped es un océano de algarabías de fondo norte a fondo sur.

Sé, preciosa Cádiz, que habrá más noches de primavera en las que me dejaré llevar por una marea amarilla por tu avenida inmensa, camino de las Puertas de Tierra encendidas de bullicio y bengalas. Esta es mi promesa en esta noche en que tus calles son alegrías de ida y vuelta y a mi, tan lejos, los versos y las palabras me cuestan tanto.

Necesitamos la magia

Para sentirnos de nuevo niños. Para vivir con la sonrisa puesta. Para que todas las noches sean la Noche de Reyes. Necesitamos la magia.

jueves, 14 de mayo de 2009

Se dejaba llevar (va por ti, Antonio Vega)


Nos dejaba el martes, apagando la luz de sus ojos tristes, la melancolía pegada a los huesos, un caballo desbocado que se cebó con su generación maldita.

Con él se va el rastro de la adolescencia de quienes crecimos a la sombra de su sombra rota. En este día de celebraciones futboleras, yo me quedo contigo, Antonio Vega. Este es mi tributo.

jueves, 7 de mayo de 2009

La dignidad no prescribe

El Supremo ha absuelto a un abuelo condenado por la Audiencia Provincial de Salamanca por abusar de su nieta. La razón estriba en que había prescrito el plazo entre los hechos ocurridos y la denuncia interpuesta por su nieta, ya mayor de edad. Sólo con pensar que existen plazos, que puede llegar a prescribir un delito tan asqueroso, que atenta contra la sonrisa de los niños, contra la dignidad de las mujeres, contra la naturaleza y contra los más elementales principios de la sangre y del amor, se me revuelven las tripas.

Os lo cuento así en la edición de hoy.

domingo, 3 de mayo de 2009

Sólo tabaco

Hoy hace nueve años que nos conocimos. Abrimos juntos las puertas a la vida. Vivimos juntos una vida que ya no es la tuya, que ya no es la mía. Y me parece mentira que al cerrar la puerta todo quedase tras los muros del silencio, en el candado que ya nunca se abrirá. El candado en la boca, el candado en la lengua.

Hoy hace nueve años. Pero todo ya es nada.Yo ya soy nada. Y tú eres el tabaco seco que olvidaste en mis cajones. Sólo tabaco, eso me queda. Sólo eso.

jueves, 30 de abril de 2009

Pandemias

Quizá sea ésta mi entrada menos poética, pero en un país donde viven cuatro millones de parados, queda poco espacio para la poesía. En vísperas de la fiesta del Trabajo, miles de familias no tienen nada que celebrar. Ésta, y no otra, es la pandemia que a mi me da pavor.

Es la columna de hoy. Podéis leerme aquí.

Paz, pan y curre para todos los fabricantes de sueños.

p.d. Me he abierto otro blog de literatura taurina. Anda dando sus primeros pasos. Espero que os guste. Y al que no, que lo respete, porque forma parte de mis sueños.
Un abrazo.

www.berrendoencolorao.blogspot.com

jueves, 16 de abril de 2009

Ya son cuarenta

Hoy, 16 de abril, hace 40 años que mi madre me trajo al mundo. Y aunque prefiera no mirar atrás, porque los últimos años me han dejado heridas cerradas en falso cuya ciatriz va a ser siempre visible, hoy me calzo la sonrisa y miro hacia el futuro como si fuese aquella niña recién asomada a la vida. Es el mejor regalo que puedo hacerme.
Lo demás, de cara al público, lo podéis leer aquí.

jueves, 2 de abril de 2009

Os hablaré de ella


Algunos fabricantes se me han adelantado. Veréis, hoy es Jueves de Pasión, hoy comienza la Semana Santa de Zamora, allá donde hunde uno de sus pilares más férreos esta fábrica de sueños. Hoy necesitaba contarle a Salamanca, que me da cobijo y casa, el milagro que se vive en mi tierra, allá donde siempre vuelve mi corazón. Os hablaré de ella.

A partir de ahora, en estos días, me encontraréis aquí, pateando calles y emociones, hasta que el cuerpo aguante.

Besos, a los que creéis y a los que soñáis. La fábrica continúa abierta.

(p.d. La fotografía es de José Antonio Pascual. La mirada color pana en la noche del Martes -como diría Javier- es la mía)

martes, 17 de marzo de 2009

Alegría

La vida es tan puta, o tan maravillosa, que a veces nos sorprende con golpes de suerte que nos dibujan la sonrisa constante en la cara, como si fuesen puntos de sutura repasando los mapas de cada derrota.

Y estos golpes, que son como las aguas del mar, que besan la orilla, se marchan y vuelven, son los que nos hacen ponernos en pie cada mañana. Estos golpes, que son como piruetas caprichosas sobre el tapete de las madrugadas; estos golpes de seda y noches saturadas de estrellas son los que te cosen a la vida cuando no queda vida.

Supongo que estos golpes, que llaman con nudillos invisibles a nuestras puertas, que cicatrizan las carreteras del dolor, se llaman alegría.

jueves, 5 de marzo de 2009

Mujeres trabajadoras (en una fábrica vaga, añado)

Sé que es totalmente recurrente subir las columnas del periódico para que parezca que la fábrica no está desatendida. Pero realmente lo está. Por motivos extrafabriles y por dispersión de sueños, supongo que hasta que no pase la semana de Pasión poco voy a poder rascar por aquí.

A perdonar. Os dejo la de hoy. Reinvindicativa, sin discriminaciones positivas.

Besos, fabricantes.

jueves, 26 de febrero de 2009

Carta a don Miguel (de Unamuno, claro)

La Biblioteca de la Universidad de Salamanca ha recibido unas cartas de Miguel de Unamuno a su médico de cabecera, en las que reivindica su espíritu medieval y se caga en todo lo que significaba progreso entonces.

Y yo, que me desmontero todos los días ante su semblante adusto en el paseo de las Úrsulas, quise enviarle esta carta.

Besos.

viernes, 20 de febrero de 2009

Jartible de tierra adentro

Llevo mil madrugadas cosida a internet, que es la ventana que me asoma cada noche a las tablas del Falla. Hoy el templo de ladrillos coloraos se viste de gala. El escenario se ribeterá de flores y sueños, mientras las calles quedan desiertas y en las tiendas se despacha chocolate con bollos para esperar a la madrugada, cuando el secretario del jurado asome por el escenario de un teatro ya vacío y pronuncie el famoso: 'En la ciudad de Cái.....'

En el periódico de hoy, en el suplemento de cultura, mi Cái tiene hoy su espacio. Ayer no pude evitar emocionarme frente al teclado, igual que lo hago ahora, igual que lo hago cada vez que nombro a mi Cái y la recuerdo vestida de fiesta y pasodobles, de pasión, tablaos y madrugadas en la Viña. Salamanca, de alguna manera, hoy latirá al tres por cuatro, porque mi corazón marca el tres por cuatro. Y alguien le dictará mi nombre a las olas orgullosas de La Caleta, para que no se olviden de pronunciarlo cuando besen la arena rubia de sus orillas.

Leedme. Hoy sí. Sigo siendo una jartible de tierra adentro. Del Falla a La Viña, la ciudad que canta.

p.d. En mi Cái me leen. Es flipante, pero el google ha tenido la culpa y me van a llamar para hacerme una entrevista en la SER del Puerto. Tengo el pañuelo preparado. ;)

jueves, 5 de febrero de 2009

Herederas de la alegría


Hoy Salamanca se rompía en cánticos y jotas. Pero yo cerraba los ojos y escuchaba a mis Águedas de San Lázaro, sacando a nuestra santita bajo la lluvia, y los pies se me iban, mientras las punteras dibujaban una charrada sobre las losas de la plaza. El sábado estaré con ellas. Y entonces brindaremos porque nos sentimos herederas de una estirpe de mujeres valientes que alzaron la voz, aunque cantando fuera.

Es la columna de hoy.

lunes, 2 de febrero de 2009

Dos de febrero


Porque nos hemos reído juntos. Porque nos hemos emborrachado juntos y hemos llorado juntos. Porque hemos alzado las copas por los que han ido llegando y por los que se nos fueron. Porque hemos compartido palabras y silencios que llevo escritos en las tripas y en el corazón. Porque tu mirada se parece a la mía, y tu sonrisa, y el color de las pupilas. Porque hemos agotado días y noches y madrugadas.

Porque tienes un corazón que te revienta el pecho. Porque te paseas por mi sangre, porque nos cobija la misma sombra. Porque eres un hombre de pies a cabeza con la inocencia por bandera. Porque eres bueno como el pan recién amasado. Porque sin tí no sabría ver la vida, si vives en mi ojo derecho y en mi lado izquierdo. Porque eres todo un tío pero sólo puedo nombrarte desde la ternura.

Porque hemos llenado juntos la casa que siempre nos echa de menos. Porque llamaste a las puertas del amor con los nudillos de la valentía y el mundo por montera cuando llevaste al altar a la mujer que querías. Porque somos cachorros de una leona de agosto. Porque te has callado cuando tenías que callar. Porque me has curado cuando me tenías que curar. Porque discutimos, porque nos odiamos, porque nos adoramos. Porque te quiero con locura. Porque cuando te veo crecer dejo volar mi orgullo.

Porque eres el mejor regalo que pudo dejar febrero en mi vida. Porque siempre serás el pequeño, tan grande, mi querido hermano. Tan grande.

Feliz cumpleaños, cariño.

jueves, 29 de enero de 2009

No es un lugar para morir

El pasado sábado, un joven moría en la Gran Vía de Salamanca atropellado por otro, con el que previamente había mantenido una discusión. La ciudad continúa consternada. Y yo, que adoro la noche, sigo pensando que no es un lugar para morir. Ahí os la dejo. Besos.

No es un lugar para morir.

martes, 27 de enero de 2009

Acaríciame

De vez en cuando la vida nos hace agachar las orejas y pedirle perdón en voz baja por todo aquello que mascamos en momentos de ira. De vez en cuando la vida nos pasa la mano por el lomo y en su caricia esparce vientos cargados de yodo y tiritas, sutura de almas rasgadas, cirugía de urgencia en los latidos, ternura en estado puro.

Acaríciame, que quiero ser pequeña bajo el peso de tus dedos.

sábado, 24 de enero de 2009

Azótame

De vez en cuando la vida me quiere someter con latigazos a su disciplina. Es entonces cuando sus arreones me hacen crecer, aunque lo pague tan caro, aunque se me vayan las noches en sangre y rabia.

Azótame siempre, que quiero ser más grande.

jueves, 22 de enero de 2009

Yo no me callo

A veces pienso que cuando no alzamos la voz, que cuando miramos hacia otro lado, todos somos cómplices de las atrocidades que le dejamos cometer al mundo. Está ocurriendo en Palestina, sin testigos, sin barreras, sin vergüenza de todos los que miramos y pensamos que no va con nosotros. Sé que mi columna no llega donde debería. Pero, al menos, no me callo. No ante esta barbaridad.

Es la columna del jueves.

martes, 20 de enero de 2009

San Cañoño el bueno


Hizo de la calle su casa y de la educación una norma. Zamora era menos de piedra cuando lo mecía en sus brazos.

Perro viejo en las lides de la vida, su mirada pequeñita, viva y rasgada aún destilaba la inocencia de los niños.

Así, tan menudo, tan de nadie. Así lo proclamé santo el mismo día que enterrábamos a mi abuela, hace ya casi diez años, cuando fue el único que arrancó con su presencia lágrimas de emoción de los ojos de mi madre, siempre tan en la cima de sus rocas, tan dura, tan valiente, integrado en aquel desfile de condolencias por donde pasaron alcaldes y gobernadores, militronchos y civiles, vividores y beatos, jóvenes y mayores, fachosos y rojeras, tirios y troyanos. Y Cañoño, tan recogido, tan puro en el dolor de verdad, el que nos arañaba las tripas a la hora de despedir a una hembra tan matriarca, tan de granito y terciopelo, tan de sumar horas al pie de la barra destilando vida chato por chato.

Lo recordaré siempre enfundado en su tres cuartos impecable, revistiendo en jaspeado la pobreza con una dignidad que no poseen los que se llaman señores. Haciendo sonar las huchas en las petitorias de San Antón, tal y como lo inmortalizó Víctor en esta foto que ya es un sueño más de la fábrica, al pie de San Vicente, antes de la procesión de las benditas bestias. Así, en Cañoño puro. Destilando ternura en sus verdades desdentadas. Tan repeinadico, con las facturas de la vida tatuadas en la piel reseca, con la vara florida de enero y el cigarro eterno entre los dedos; con la sonrisa esparcida sobre los mismos labios que mascaban soledades por los adentros.

Se nos fue hace unos meses, cuando coleaban los últimos soles de 2008, antes del tiempo del frío, restando ese patrimonio humano ya tan escaso que hace de la ciudad que nos vio nacer algo más vivo, algo más auténtico, menos malo. Probablemente las calles del otro lado sean más generosas; probablemente lo eterno no le putee, y su abrigo le resguarde más de todas las miserias del mundo.

Descansa al fin, mi buen Cañoño. Santo de lo cotidiano, superviviente de mil batallas.

jueves, 15 de enero de 2009

Ahora, sí

Ahora sí. Ahora os lo cuento con más calma. Me repito, pero no importa. Es una lección de vida y hay que aprovecharla.

Besos.

Es la columna de hoy.

martes, 13 de enero de 2009

13 de enero


Hubiese sido bonito poder celebrarlo juntos, aunque al final hayamos redactado nuestras vidas en renglones separados. Y si hoy te lo escribo aquí, es porque sé que precisamente aquí, en esta fábrica de espejismos que se sostiene sobre sueños quebrados, no me vas a leer. Aquí nunca.

Cuando el viento sople del norte, te llevará besos de tierra adentro sin sabor a culpa. Y así será cada trece de enero, por encima de los siglos, con la caricia del mar siempre bajo la ventana, con la diosa de bronce que mira a las aguas guardando las puertas. Sin rencores, por todo lo bueno que me diste, por los centímetros de sabiduría que crecí a tu lado, por el milagro de amor que durante años empapó nuestra casa, aunque tú ya lo conjugues en otra casa, en otro nombre.

Y si sonríes, sabré que la vida está siendo generosa contigo.

Feliz cumpleaños.

(La foto es de Manué)

jueves, 8 de enero de 2009

Magos de verdad

Hace poco más de un año, cuando regresaba a mi tierra con las alas rotas y el corazón triturado en un mortero, me sentía tan sumamente pequeña y vencida que tuve que volver a sus brazos y a su casa para hacerme mayor otra vez antes de inventarme otra vida.

Quizá nunca lo lean, yo no se lo voy a enseñar, pero ahí quedan estas palabras para los Magos, en mayúscula, que nunca fallan: mis padres.

Es la columna de hoy.
Magos de verdad