jueves, 26 de febrero de 2009

Carta a don Miguel (de Unamuno, claro)

La Biblioteca de la Universidad de Salamanca ha recibido unas cartas de Miguel de Unamuno a su médico de cabecera, en las que reivindica su espíritu medieval y se caga en todo lo que significaba progreso entonces.

Y yo, que me desmontero todos los días ante su semblante adusto en el paseo de las Úrsulas, quise enviarle esta carta.

Besos.

viernes, 20 de febrero de 2009

Jartible de tierra adentro

Llevo mil madrugadas cosida a internet, que es la ventana que me asoma cada noche a las tablas del Falla. Hoy el templo de ladrillos coloraos se viste de gala. El escenario se ribeterá de flores y sueños, mientras las calles quedan desiertas y en las tiendas se despacha chocolate con bollos para esperar a la madrugada, cuando el secretario del jurado asome por el escenario de un teatro ya vacío y pronuncie el famoso: 'En la ciudad de Cái.....'

En el periódico de hoy, en el suplemento de cultura, mi Cái tiene hoy su espacio. Ayer no pude evitar emocionarme frente al teclado, igual que lo hago ahora, igual que lo hago cada vez que nombro a mi Cái y la recuerdo vestida de fiesta y pasodobles, de pasión, tablaos y madrugadas en la Viña. Salamanca, de alguna manera, hoy latirá al tres por cuatro, porque mi corazón marca el tres por cuatro. Y alguien le dictará mi nombre a las olas orgullosas de La Caleta, para que no se olviden de pronunciarlo cuando besen la arena rubia de sus orillas.

Leedme. Hoy sí. Sigo siendo una jartible de tierra adentro. Del Falla a La Viña, la ciudad que canta.

p.d. En mi Cái me leen. Es flipante, pero el google ha tenido la culpa y me van a llamar para hacerme una entrevista en la SER del Puerto. Tengo el pañuelo preparado. ;)

jueves, 5 de febrero de 2009

Herederas de la alegría


Hoy Salamanca se rompía en cánticos y jotas. Pero yo cerraba los ojos y escuchaba a mis Águedas de San Lázaro, sacando a nuestra santita bajo la lluvia, y los pies se me iban, mientras las punteras dibujaban una charrada sobre las losas de la plaza. El sábado estaré con ellas. Y entonces brindaremos porque nos sentimos herederas de una estirpe de mujeres valientes que alzaron la voz, aunque cantando fuera.

Es la columna de hoy.

lunes, 2 de febrero de 2009

Dos de febrero


Porque nos hemos reído juntos. Porque nos hemos emborrachado juntos y hemos llorado juntos. Porque hemos alzado las copas por los que han ido llegando y por los que se nos fueron. Porque hemos compartido palabras y silencios que llevo escritos en las tripas y en el corazón. Porque tu mirada se parece a la mía, y tu sonrisa, y el color de las pupilas. Porque hemos agotado días y noches y madrugadas.

Porque tienes un corazón que te revienta el pecho. Porque te paseas por mi sangre, porque nos cobija la misma sombra. Porque eres un hombre de pies a cabeza con la inocencia por bandera. Porque eres bueno como el pan recién amasado. Porque sin tí no sabría ver la vida, si vives en mi ojo derecho y en mi lado izquierdo. Porque eres todo un tío pero sólo puedo nombrarte desde la ternura.

Porque hemos llenado juntos la casa que siempre nos echa de menos. Porque llamaste a las puertas del amor con los nudillos de la valentía y el mundo por montera cuando llevaste al altar a la mujer que querías. Porque somos cachorros de una leona de agosto. Porque te has callado cuando tenías que callar. Porque me has curado cuando me tenías que curar. Porque discutimos, porque nos odiamos, porque nos adoramos. Porque te quiero con locura. Porque cuando te veo crecer dejo volar mi orgullo.

Porque eres el mejor regalo que pudo dejar febrero en mi vida. Porque siempre serás el pequeño, tan grande, mi querido hermano. Tan grande.

Feliz cumpleaños, cariño.